Se aplica la tecnología ECCS con sus mismas ventajas. Este sistema de cámara de combustión de nueva generación facilita:
- una relación de compresión inferior (16,0) en beneficio de las prestaciones y de la reducción de las emisiones (entre ellas los NOx);
- un aumento del diámetro de la cámara (+ 10 %), lo que contribuye a disminuir la cantidad de carburante que no se quema completamente al existir una menor cantidad del mismo en contacto con los tabiques de la cámara;
- una disminución del SWIRL (movimiento en torbellino del aire dentro de la cámara de combustión) de cerca del 10 %, para limitar las pérdidas térmicas contra los tabiques.
Este sistema está asociado a un nuevo « common rail » cuya presión de inyección alcanza ahora respectivamente 1.650 y 1.700 bar para los 1.6 l HDi FAP de 110 y 91 CV, así como a nuevos inyectores de siete agujeros (en lugar de los seis de los anteriores).
Las centralitas de control del motor también se han reprogramado para permitir a ambos bloques esquemas de inyección más completos (hasta cinco inyecciones por ciclo), una mejora de la calidad de funcionamiento o un mejor diagnóstico durante las intervenciones de post-venta.
Todo ello contribuye a homogeneizar la mezcla aire/gasóleo para mejorar las prestaciones, rebajar el consumo de combustible, reducir las emisiones contaminantes en origen y proporcionar una combustión más silenciosa.
Cada motor utiliza además un turbocompresor (de geometría variable para el 1.6 l HDi 110 CV, y fija para el 1.6 l HDi FAP 91 CV), cuyo tamaño se ha optimizado. Al ser más pequeño, está dotado de una inercia menor y de un tiempo de respuesta reducido al mínimo.
Finalmente, el empleo de un sistema optimizado de recirculación de los gases de escape (válvula EGR) así como la reducción de las fricciones internas permiten mejorar al máximo el rendimiento del motor al limitar las potenciales pérdidas de energía.
Estos bloques HDi llevan todos, de serie, el filtro de partículas cuyos intervalos de mantenimiento se han llevado hasta los 180.000 km.