Con la llegada del verano se multiplican los desplazamientos por las carreteras. Con una revisión adecuada del vehículo se evitan desagradables contratiempos que pueden amargar las vacaciones.
El verano es, sin duda, el período del año más especial para la mayoría de los mortales, que esperan con ansia contenida la llegada de las vacaciones. Esto supone, irremediablemente, la necesidad de desplazarse por carretera hacia el lugar elegido, empleando para ello un tiempo más que considerable. Por si esto no fuera suficiente, la saturación del tráfico en estas fechas exige una paciencia a prueba de bombas y una templanza al volante que no siempre se puede garantizar en situaciones de estrés.
Teniendo en cuenta estas circunstancias, que suponen algunas de las principales causas de accidentes por fallos humanos, sería conveniente no tener que preocuparnos además por la fiabilidad de nuestro vehículo. No obstante, un estudio publicado en agosto de 2003 por la Universidad de Valencia establecía que de los 20.000 accidentes de tráfico ocurridos en las carreteras españolas durante el período comprendido entre 1997 y 2001, 5.000 se debieron a un fallo mecánico.
Está en nuestra mano la posibilidad de reducir considerablemente los niveles de siniestralidad que cada verano ensombrecen y tiñen de negro las carreteras españolas, simplemente con acudir periódicamente al taller para revisar las distintas partes del automóvil y llevar a cabo el mantenimiento adecuado. A pesar de ello, el primer diagnóstico de las anomalías del coche y su puesta a punto para el período vacacional podemos realizarlos nosotros mismos. Estas recomendaciones se dirigen sobre todo a modelos que han cumplido ya la mayoría de edad.
Neumáticos
Se trata de uno de los aspectos de mayor importancia para el buen funcionamiento del vehículo y, sin embargo, no se les presta toda la atención y el cuidado que en realidad requieren. Según estudios de las principales marcas de neumáticos en el mundo, sólo en Estados Unidos se producen 88 muertes y 1.400 colisiones de vehículos al año relacionadas con el mal estado de las ruedas.
Es fundamental que la presión de los neumáticos se adecue a las recomendaciones del fabricante, llevando a cabo revisiones periódicas con el automóvil en frío. Estas medidas deben aplicarse de igual forma a la rueda de repuesto, tantas veces olvidada en los maleteros y otras partes del coche, ya que no sabemos cuándo nos puede hacer falta. Una presión inadecuada y ruedas desalineadas reducen de forma alarmante la seguridad en carretera, al tiempo que ponemos en peligro otros elementos del automóvil.
Amortiguadores
La suspensión es crucial para la correcta estabilidad, frenada y conducción de un vehículo, por lo que un mantenimiento óptimo puede incrementas los niveles de seguridad en combinación con los frenos, los neumáticos y las demás ayudas como el ABS o el control de estabilidad.
El estudio antes mencionado de la Universidad de Valencia recogía además el dato de que el 40% de los 5.000 accidentes de tráfico debidos a un fallo mecánico correspondían a problemas en el sistema de suspensión y amortiguación.
En viajes largos, como suele ocurrir en esta época del año, los coches van muy cargados, por lo que la parte delantera tiende a elevarse y los neumáticos pierden adherencia con la superficie, disminuyendo la capacidad de agarre del automóvil y perdiendo considerablemente el control sobre la máquina.
Algunos signos evidentes de que nuestro coche sufre algún problema en los amortiguadores están relacionados con la desviación o las sacudidas en las curvas, la vibración en las ruedas, el descenso brusco del frontal al frenar, la pérdida de relieve en los neumáticos o las marcas de aceite en el suelo.
Frenos
Al viajar con todas las plazas del vehículo ocupadas y el maletero repleto de equipaje, el desgaste y el sufrimiento de los frenos es muy elevado, ya que están sometidos a un trabajo muy exigente, por ejemplo al descender por una pendiente. Si las pastillas o las zapatas no están en buen estado corremos el peligro de que el sistema de frenada no responda como debería ante las órdenes del conductor, pudiendo provocar un desafortunado accidente de tráfico. Por ello es muy importante que estos elementos sean revisados asiduamente, al igual que el estado del líquido de frenos.
No obstante, en los últimos tiempos se ha incorporado a los coches un testigo que muestra al conductor el progresivo desgaste de los frenos.
Iluminación
A la hora de evitar los accidentes en nuestras carreteras es vital que gocemos de una perfecta visibilidad mientras conducimos. Para ello hay que mantener limpios los faros, los espejos retrovisores, el parabrisas y la luna trasera. El reglaje de los faros es igualmente necesario para no provocar deslumbramientos y mejorar nuestra visión al volante. Hay que tener en cuenta que al viajar con el coche cargado se debe bajar el haz de luz para no molestar a los demás conductores. La pared del garaje nos puede servir para testar la intensidad, la dirección y la altura de las luces de nuestro vehículo.
Niveles y filtros
Pueden parecer obviedades, pero el caso es que cada verano se repite la típica estampa del coche averiado en la cuneta o el arcén de las carreteras, precisamente por no haber tenido en cuenta el mantenimiento y los niveles adecuados de aceite, refrigerante y líquido de frenos y batería.
La misma importancia tienen los filtros de aire, de aceite y de combustible, sobre todo en el caso del primero, dado el intenso polvo de esta época del año. Su duración es limitada y hay que acudir al taller cada cierto tiempo para sustituirlos.
La documentación, las coberturas del seguro, las gasolineras con los precios más asequibles de nuestra ruta, los trámites necesarios para viajar al extranjero
. En el periodo estival, la mayoría de los españoles opta por desplazarse en coche por la independencia que aporta, pero existen un montón de detalles y conocerlos de antemano puede evitarnos algún que otro disgusto y ahorrarnos algo de dinero.
Documentación y accesorios
Antes de partir, hay que comprobar que se viaja con toda la documentación necesaria: carné de conducir, permiso de circulación, tarjeta de inspección técnica y recibo del seguro. Hay que recordar que sólo las fotocopias que están compulsadas tienen validez. También es muy importante conocer todas las coberturas que tenemos contratadas con la póliza: si es a todo riesgo o tenemos contratados otros servicios junto al seguro a terceros como la asistencia en carretera u hospitalaria, servicios jurídicos.
Entre el equipamiento del coche hay que incluir un juego de lámparas, dos triángulos de señalización y el chaleco reflectante, que, aunque no sea obligatorio hasta el 23 de julio, es una prenda que puede salvarnos la vida cuando salgamos con poca visibilidad del coche. Y por supuesto la rueda de repuesto, con todas las herramientas necesarias para su sustitución.
Planificar el viaje
Un conductor previsor puede ahorrarse mucho tiempo y dinero. En el momento de establecer la ruta, la página web de la Dirección General de Tráfico (DGT), www.dgt.es/index.html, dispone de una amplia información sobre las carreteras en obras o con puntos conflictivos, propone itinerarios alternativos e informa de manera periódica de las carreteras con mayor intensidad de tráfico. En la misma página, se pueden consultar las previsiones meteorológicas.
Por otro lado, después de establecer la ruta, puede ser muy útil para el bolsillo del conductor consultar el sitio web del Ministerio de Economía y Hacienda, www.mineco.es, que en el último enlace del menú de barras de la izquierda, recoge las gasolineras con las tarifas más baratas de cada provincia.
Accidente
Si durante el viaje sufre algún accidente, lo principal es no perder la calma, enfadarse o discutir con el otro conductor implicado. Son las aseguradoras las que se encargan de valorar quién ha sido el culpable y cuantificar los daños del siniestro.
Lo más importante en este caso es aparcar los coches fuera de la carretera y señalizar con los dos triángulos de seguridad la situación de los vehículos para asegurar la circulación en la vía.
A la hora de avisar del accidente desde el teléfono móvil o desde un poste SOS, hay que aportar el mayor número de detalles posibles: carretera, punto kilométrico, sentido de la marcha...
Viaje siempre con un ejemplar de la Declaración Amistosa de Accidente, y utilícelo aunque el otro conductor se niegue. El siniestro se resolverá antes y mejor. Si hay desacuerdo entre las partes implicadas, anote los datos de los testigos o de las fuerzas del orden. Y nunca abone ninguna factura de un hospital o una ambulancia sin hablar antes con su compañía aseguradora.
Asistencia en carretera
Comprobar, en primer lugar, si nuestro seguro tiene concertada la asistencia en carretera, porque en este caso, el servicio será gratuito. Si no es así, exija las tarifas de la grúa antes de que retiren su coche. Asimismo, no deje que le impongan ningún taller, elíjalo usted mismo, salvo que su compañía disponga, cerca de la zona, alguno ya concertado con anterioridad.
Viajar al extranjero
Entre la documentación necesaria, si sale fuera de los países que componen la UE es obligatorio el Permiso Internacional de Conducción, que tiene validez de un año y se expide en las Jefaturas Provinciales de Tráfico, y la Carta Verde certificado internacional de seguro . Muchas de las pólizas a todo riesgo sólo cubren a terceros cuando se viaja al extranjero. Por ello, es muy importante comprobar la cláusula de ámbito territorial de la póliza.
Para circular también es obligatorio llevar el adhesivo del país de origen -E- en la parte trasera del coche. Por último, las sanciones varían en cada país, incluso dentro de la UE. En la mayoría de los estados, la multa debe abonarse a la policía al instante.
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