El primer día que saqué mi flamante Talbot 150 GT (Matricula B****CU), mi carnet de conducir tenía tres días,.El documento acreditativo...unas tres horas. Para salir de mi calle había (y digo había porque me he mudado) una curva bastante cerrada y un vado a la salida. Calculé mal las medidas del coche y me estampé con un r5 que había aparcado enfrente (le hice un pequeño bollo nada más, y mi coche nada) Al dueño lo conocía, era un vecino y no le hizo gracia, pero no pasó nada . Por la noche, me fui de fiesta para estrenar el coche con mis amiguetes, y nos quedamos tirados en medio del cruce de la Diagonal con Aragó. Yo me quería morir, no podía ser tanta mala suerte en un sólo día. Bueno, con un poco de maña y algún conocimiento de mecánica, logramos arrancar el coche por el procedimiento del empujarlo cuesta abajo. Aparcamos el coche,y nos dedicamos a la juerga.
Al tratar de arrancarlo de nuevo cuando volvíamos, dice que arranque yo, que el no se mueve. Nos toca sacarlo otra vez a fuerza de músculo (para los que no conozcais el talbot 150, era un transatlántico de chapa dura como un demonio), lo ponemos en la via, y lo arrancamos otra vez, tras lograr que alcance la inercia suficiente sacándola de los churros del desayuno. Bueno, pues al subir el vado que da entrada a mi calle, (en cuesta arriba) se me vuelve a calar, me pongo nervioso, se me va el coche para atrás, y me vuelvo a estampar con el mismo r5, pero esta vez, haciendole polvo una puerta.
. Y PARA COLMO DE MALES NO ARRANCA. YO ya estaba sudando la gota gorda. Al final, empujando como bestias lo dejamos medio aparcado.
Al día siguiente, mi padre lo arrancó a la primera, resulta que yo le metía mucho starter al arrancar y el motor se ahogaba en gasolina...
Ya sé que puede sonar a cuento chino, pero es totalmente cierta la historia.