Hola, elseptimo.
Está claro que el concepto 'seguro del coche' es muy flexible y cambia mucho dependiendo de la compañía. Si tu has conseguido contratar un seguro que te ha dejado satisfecho y confiado de que responderá, lo celebro.
Yo en realidad me refería al caso, muy común por cierto, de poner el seguro a nombre del padre o madre, también como conductor principal el padre o la madre, y el hijo (muchas veces también propietario del coche), como conductor opcional o incluso sin aparecer en el seguro. Ventaja de este seguro: sale muy bien de precio, y si tenemos unos padres que son buenos conductores, pues puede salir casi tirao. De verdad que esto se hace.
Tenemos que tener en mente que las aseguradoras no quieren que tú vayas seguro... quieren que les salgas lo más rentable posible. Eso implica que, cuando tengas un accidente y les necesites, busquen la manera de pagarte lo menos posible dentro del contrato establecido. Si figuras como primer conductor, supongo que no habrá problema, pero si ni siquiera apareces en el seguro, porque está todo a nombre de tu padre, pues las aseguradoras van a pasar de ti. Se acogerán a lo que ellas llaman 'mala fe'.
La opción que tú has escogido es honesta: no quieres engañar a la aseguradora y les dices que eres el conductor del vehículo, aunque no el tomador. Vale, pero el precio ya sube. Y es posible que se pongan más remolones a la hora de dar una buena indemnización en caso necesario. De todas maneras, es preferible esta opción a la primera. La desventaja que le veo (pero ese es un riesgo que cada uno tiene que asumir) es que los partes que tú provoques repercutirán directamente al historial de tu madre. Además, todo el tiempo que pases con el seguro a nombre de tus padres, será tiempo en que no acumules bonificaciones...
Yo he decidido asumir mi responsabilidad, y, aunque algunos pensarán que soy tonto, he decidido hacer un seguro como tomador y conductor principal. Desde luego, si me hubiera salido por más de 2000 euros, o 3 o 4 mil que dicen por ahí, ni loco, pero he conseguido el precio de 1227 + 300 de franquicia. Conclusión: yo soy el responsable de mi posible mala conducción, o de los problemas que pueda tener, y no quiero perjudicar el historial de mis padres. Y como creo, modestia aparte, que soy un buen conductor, considero que lo mejor es invertir en mí mismo y poner el seguro a mi nombre, para acumular bonificaciones desde ya mismo y poder conseguir mejores precios en un futuro.
Recordemos que las aseguradoras, bancos, abogados y compañías de telefonía, son el máximo exponente de la búsqueda del rendimiento económico total y absoluto en nuestro mundo capitalista. Con eso quiero decir que, si nos proponemos hacerles trampas, seguro que a la larga tenemos las de perder. Sería un poco como jugar al ajedrez con Kasparov e intentar distraerle para moverle un peón sin que se dé cuenta; al principio igual te la deja pasar, pero cuando tenga la oportunidad de darte el jaque mate, lo hará sin piedad.