Muy buena la información Dark, como siempre. La verdad es que me gustan bastante los tres modelos, solo le pongo la pega de la antena en la parte delantera del techo, lo siento, pero es una cuestión de gusto personal, odio los coches con la antena en la parte delantera del techo, pero bueno, manías a parte... me parece que están muy chulos. Pienso que los motores son muy acertados para competir en el segmento en el que lo van a hacer y los interiores me parecen muy originales y atractivos, si bien a habrá que mirar un poquito la calidad de acabados por que por lo poco que he podido apreciar en las fotos parece de tacto algo áspero...
Pienso que el motivo para que Citroën lance el C1 a pesar de tener ya una gama de utilitarios muy completa es simplemente que PSA quiere aprovechar al máximo las posibilidades que brindan las economías a escala y bueno, de esta manera auqellos clientes que no se decanten por el 107 podrán decantarse por el C1 si éste tiene una política comercial más fuerte o viceversa, quitándole así posibilidades a su hermano Japo el Aygo, ten en cuenta que al fin y al cabo en lo que costes se refiere estos no van a aumentar demasiado para PSA por el hecho de que tenga el mismo modelo comercializado con dos marcas de su grupo. Además de esta manera se mete más de lleno en los microcoches "espaciosos" para ciudad, ya que el C2 tiene un marcado caracter deportivo según versiones.
Por otro lado PSA lanza el Peugeot 1007 lo que nos hace ver que el grupo francés se está decantando por una clara estrategia de segmentación dentro del mercado de los utilitarios, es decir, está creando un utilitario para cada tipo de cliente potencial, buscando así cubrir unas necesidades lo más específicas posible, en lugar de las genericas que se pretendían satisfacer hasta hace unos años, esto se debe al feroz aumento de la competencia entre fabricantes en general y en este segmento en particular, si nos fijamos marcas como Toyota, Renault u Opel también están siguiendo esta estrategia, que tiene ventajas pero también aumenta los riesgos para el propio fabricante, porque al ir lanzando productos cada vez más adaptados a unas necesidades más específicas se arriesga a que la respuesta del mercado respecto a uno de ellos no sea la esperada y se tengan que comer el producto con patatas.