El 2.0 come ruedas como un demonio. El par que entrega a bajas revoluciones lo provoca. Además, los caballos animan a realizar una conducción más ligera y deportiva que al final, reduce la duración del neumático.
Yo, con el 1.6, hago una conducción más relajada, sin acelerones ni frenazos, a velocidades legales, y con el par que entrega, la duración del neumático se alarga. Yo no sé lo que me durarán las delanteras, pero un compañero con un 2.0 flipa cada vez que las ve y las compara con las suyas. Hasta fue a la casa a preguntar si era normal que jalase tanto neumático, sobre todo comparándolo con mi coche.
El par y la conducción lo hacen todo...bueno, y el compuesto, que hay algunas que literalmente se deshacen.