Buenas tardes, caballeros.
Ante todo pido disculpas pues he estado unos días desconectado de todo por culpa de la placa base del pc, pero ya he vuelto.
Esta es mi despedida como miembro del gran foro del C5. Durante estos días, han pasado muchas cosas. Alegrías y decepciones. Y me voy a centrar en las decepciones.
Poco despues de que se me rompiera el pc, estuve en el conce, con idea de ver si aprovechando la salida del nuevo C5, y viendo que no podía esperar mas, merecía la pena ver si comprar el actual, y bueno, primera en la frente. El C5 II me salía por 31.000€, lo cual veo lógico hasta cierto punto, pero la sorpresa fué cuando me tasaron el mío: 5.300€ para un coche en perfecto estado (soy un maníaco del mantenimiento), que no ha conocido ningún taller fuera del servicio oficial, y que me había hecho fiel a la marca porque pensaba que, bueno, había una filosofia detras de la misma. Por desgracia no ha sido así.
Pero la verdadera sorpresa vino cuando en Ford me lo tasaron en 9.000 €urazos. Sí, habéis oído bien. 9.000€ para mi C5 con 202.000 km para un valor en el Ghia X de 31.125€.
Así que empecé a dar vueltas y más vueltas, porque yo quería la suspensión que me había estado mimando hasta ahora, etc, pero pudo más el hecho de que en Ford me diesen casi el doble, y dentro de un mes lo estreno.
Hace un rato he visto en el foro las últimas fotos del nuevo C5, y sobre todo, el fiasco de la suspensión, y lo he visto todo más claro todavía. Qué decepción.
Perdón por el ladrillo, pero es que estoy muy cabreado. Me parece que el mito Citroën toca a su fin.
Un cariñoso saludo para kini2pelos, jescaus, swhannibal y el resto de foreros. Hasta siempre.