El turbo, en funcionamiento puede girar a 20 o 30000 vueltas, si no está bien lubricado, se quema.
La lubricación es por el aceite del motor, y si el motor se para antes de que el turbo esté en reposo, pues no le envía aceite.
Por eso, hay que esperar unos segundos, 20 o 30, a que el turbo se detenga, para que siga recibiendo aceite hasta que se detiene.
Esto es particularmente importante cuando vas en carretera y te detienes para algo, porque normalmente no has estado un rato al ralentí antes de parar.
En ciudad, entre que aparcas y tal, lo normal es que el turbo ya se haya detenido, salvo que pegues acelerones, claro.