La conducción como tal se percibe más en un Seat León pues su chasis y tarado de suspension van enfocados desde otro punto de vista. Sigue la línea de la mayoría, busca deportividad, notar cada línea y bache buscando un buen comprimiso con el confort de marcha, pero sin obsesionarse.
Citroën en este punto es otra historia, es otro mundo, es diferente. No sigue a nadie sino que abre su camino. Comodidad, comodidad, comodidad...después las características de la suspensión HN por sí solas pondrán lo que falta. Con ese coche, aunque no lleve HN irás muy cómodo pues la filosofía se ha mantenido. Se ha tarado todo para conseguir el máximo compromiso entre confort (lo principal) y eficacia. Todas las pruebas realizadas hablan maravillas de ella, acercándose muchísimo al confort de la HN dando una eficacia impresionante.
Amarás sobre todos los coches a tu Citroën o lo despreciarás, pero no te dejará indiferente. No esperes ir limpiando cunetas con él, pero si tienes que ir a tumba no te abandonará.
El motor tiene una curva par potencia donde no existe la patada en bajas de los TDi, pero cuando miras el velocímetro verás que acelera y bien, claro está, en base a su relación CV/Tm. Al igual que la suspensión su ajuste al motor va orientado a la comodidad, sin brusquedades, pero andar anda. Busca las cifras de 0-100 km/h y 0-400m y verás que aunque no lo aparente, anda bastante.